martes, 11 de octubre de 2011
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domingo, 2 de octubre de 2011
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Ahora que tengo sobrina me ha dado por pensar en la vida que le espera. Miro a esta pulga inquietante, que me utiliza casi siempre como saco de boxeo, y me pregunto cómo será su vida o cómo será el mundo cuando tenga mi edad. En realidad, un enano de este tipo es una excusa perfecta para interrogarse por la propia vida. Me gustaría darle algunas indicaciones, explicarle de qué va este rollo de sobrevivir , decirle que no se de prisa por crecer, pero, de todas formas, ella no se entera de nada. Si intento darle razones para que no coja el mando a distancia, ella dice: " míooooo ". Si la regaño para que no coja el teléfono inalámbrico, se escapa corriendo con el auricular mientras se parte de risa. Se cree que esto de la vida es un pilla-pilla y no logro convencerla.
Lo único que he conseguido con relativo éxito es que agite el mando de la Wii a modo de disparo. Ahí están los malos- le digo - corre , corre:dispara. Y cuando los malos mueren, es decir, cuando se transforman en monedas amarillas, me mira,sonríe y exclama: "más, más". Es su argumento favorito. Su filosofía dualista puede sintetizarse en dos palabras: " mío" y "más". Y ya está, eso es todo: dos simples palabras para describir el mundo. Todavía no me he puesto a reflexionar sobre las implicaciones metafísicas del asunto cuando, de repente, descubro que está intentando pulsar el botón de apagado del ordenador. Luego, cuando por fin se duerme, empiezo a pensar en cómo será mi sobrina cuando tenga mi edad o en cómo era yo cuando tenía la suya y repito mentalmente: " mío", "más".
jueves, 29 de septiembre de 2011
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jueves, 15 de septiembre de 2011
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lunes, 12 de septiembre de 2011
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domingo, 4 de septiembre de 2011
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domingo, 21 de agosto de 2011
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jueves, 21 de julio de 2011
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domingo, 10 de julio de 2011
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domingo, 29 de mayo de 2011
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viernes, 27 de mayo de 2011
1022
Si imposible es hacer tu vida como quieres,
por lo menos esfuérzate
cuanto puedas en esto: no la envilezcas nunca
en contacto excesivo con el mundo,
con una excesiva frivolidad.
No la envilezcas
en el tráfago inútil
o en el necio vacío
de la estupidez cotidiana,
y al cabo te resulte un huésped inoportuno.
Compañera de hoy, no quiero
otra verdad que la tuya, vivir
donde crezcan tus ojos,
dando tu luz, tu cauce
a lo que veo y siento...
Deshacer ese ovillo oscuro del temor,
encontrar lo perdido,
quebrar la voz del sueño...
Y lenta, lentamente
aprender a vivir,
de nuevo, de nuevo,
como en una mañana
cargada de riqueza".
miércoles, 25 de mayo de 2011
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martes, 24 de mayo de 2011
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lunes, 16 de mayo de 2011
1019
El daño que ha hecho el mito de la ciencia puede rastrearse en el conocimiento que tenemos de los demás, en la lupa analítica que solemos aplicar a las personas que decimos conocer. Siempre hay alguien que intenta corregirte y darte una visión menos sesgada , un punto de vista que intenta obviar el contacto. Lo que te voy contar , vienen a decirte, no te lo digo porque conozca al sujeto en cuestión: te lo digo porque es lo que creo. Tanto es así que, poco a poco, sin que ningún miembro de la familia lo pretenda, se va creando una pila de desechos intersubjetivos que terminan constituyendo la imagen pública de cualquiera. Esta rémora, como todas las construcciones sociales, tiene tendencia a retroalimentarse y es por eso que hay días en que te descubres a ti mismo combatiendo opiniones singulares de científicos sociales y refutando tesis holísticas sobre tu persona. Esto, sin embargo, no nos debería preocupar demasiado. La ciencia, como los antidisturbios, tiene tendencia siempre a darte con la porra de la intersubjetividad. El sadismo que deberíamos agradecer en cambio, es el de petit comite pues sólo allí se empieza a decir algo real sobre nosotros. La gente que ha llegado a conocernos , si es que realmente ha llegado a hacerlo, jamás se atreverá con la traducción pues el verdadero cosmopolita nunca abandona el petit comite para marcharse al foro. Hay, pues, dos preguntas esenciales que deberíamos hacernos cada vez que alguien disfruta demasiado pasando de lo particular a lo universal en nuestra presencia. La primera, obviamente, es dónde está la porra. La segunda es: " ¿ conozco yo a este tío de algo?".