jueves, 15 de septiembre de 2011
1029
Contener las cosas dentro de sus propios muros, no hacer ruido y que tu juicio te baste. Reconocer lo bueno sin necesidad de contarlo. Escribirlo para uno mismo, ser tu único público. Hay únicamente dos tipos de narraciones: la que uno hace para sí mismo y la que uno hace para un interlocutor privilegiado. El resto es un juego de energías perdidas. ¿ Existe el grupo, la comunidad narrativa como tal? Como subproducto quizá. Como entidad es casi siempre un interrogante, una proyección, una frustración, una hipótesis, una fantasía. La mayor del tiempo sin embargo vivimos dentro de ese magma confuso, dentro de una burbuja de referencias conocidas que , en el fondo, no refieren nada sustancial. Salir o entrar pero jamás esperar demasiado en el umbral de la vida.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario