viernes, 29 de abril de 2011
1017
Si Dios o la selección natural no nos han vuelto telépatas y aún nos conservan los brazos, es porque por ahí arriba hay alguien muy seguro de que no existe palabra que pueda confortarnos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario