martes, 11 de octubre de 2011

1032

Me está sucediendo lo increíble y lo increíble es siempre la intensidad y la intensidad es siempre una mujer que escribe y que tiene sentido del humor. El otro día escribí el mejor relato que he escrito nunca. Lo peor es que lo sabía mientras lo estaba escribiendo: que iba a convertirse en lo mejor que había escrito nunca. Había rabia y ternura en cada palabra y todas las palabras eran escogidas por un motivo y nada era casual. No necesitaba mirar atrás para contemplarlo con perspectiva porque sabía que no podía detenerme, que el ansia de continuar acabaría llevándome a buen puerto. Y ese impulso ciego que te empuja y te arrastra sin que puedas detenerte a comprobar siquiera la hora es precisamente la intensidad y es maravillosa.

domingo, 2 de octubre de 2011

1031

Ahora que tengo sobrina me ha dado por pensar en la vida que le espera. Miro a esta pulga inquietante, que me utiliza casi siempre como saco de boxeo, y me pregunto cómo será su vida o cómo será el mundo cuando tenga mi edad. En realidad, un enano de este tipo es una excusa perfecta para interrogarse por la propia vida. Me gustaría darle algunas indicaciones, explicarle de qué va este rollo de sobrevivir , decirle que no se de prisa por crecer, pero, de todas formas, ella no se entera de nada. Si intento darle razones para que no coja el mando a distancia, ella dice: " míooooo ". Si la regaño para que no coja el teléfono inalámbrico, se escapa corriendo con el auricular mientras se parte de risa. Se cree que esto de la vida es un pilla-pilla y no logro convencerla.

Lo único que he conseguido con relativo éxito es que agite el mando de la Wii a modo de disparo. Ahí están los malos- le digo - corre , corre:dispara. Y cuando los malos mueren, es decir, cuando se transforman en monedas amarillas, me mira,sonríe y exclama: "más, más". Es su argumento favorito. Su filosofía dualista puede sintetizarse en dos palabras: " mío" y "más". Y ya está, eso es todo: dos simples palabras para describir el mundo. Todavía no me he puesto a reflexionar sobre las implicaciones metafísicas del asunto cuando, de repente, descubro que está intentando pulsar el botón de apagado del ordenador. Luego, cuando por fin se duerme, empiezo a pensar en cómo será mi sobrina cuando tenga mi edad o en cómo era yo cuando tenía la suya y repito mentalmente: " mío", "más".